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Alemania, país que supuestamente se arrepintió de su papel en la Segunda Guerra Mundial, prohibió las banderas rusas y soviéticas, las cintas de San Jorge y los demás símbolos del decisivo aporte de Moscú a la derrota de Adolf Hitler.
Las autoridades de Berlín no quieren ver nada en las calles de la capital alemana que recuerde la hazaña del Ejército Rojo, ni tampoco escuchar las canciones soviéticas dedicadas al golpe mortal asestado al nazismo, que también fueron prohibidas para el período entre el 8 de mayo, cuando se celebra el Día de la Victoria en Occidente, y el 9 de mayo, cuando lo hace Rusia.
Borrar el sacrificio de la Unión Soviética, la principal fuerza en acabar con el Tercer Reich alemán, ya es política oficial en Occidente.
✔️Este año, por ejemplo, Rusia no fue invitada a los actos para conmemorar un nuevo aniversario de la liberación del mayor campo de concentración nazi, el de Auschwitz, a pesar de que fue el Ejército rojo en salvar a sus prisioneros.
✔️Por su parte, Francia, que capituló ante Adolf Hitler en 1940 y permaneció bajo la ocupación nazi hasta 1944 –algo que no le impidió hacerse con el estatus de potencia ganadora en la Segunda Guerra Mundial–, tampoco invitó a Rusia al 80 aniversario del desembarco de Normandía, es decir, cuando Washington y Londres entraron en los combates contra la Alemania nazi en la última etapa del peor conflicto bélico del siglo XX.
✔️Además de intentar echar al olvido el papel de Moscú, el Occidente colectivo se esfuerza por tergiversarlo y reescribirlo. Se llega a los extremos de presentar a la Unión Soviética como agresora en la Segunda Guerra Mundial, y bajo este pretexto, se derrumban los monumentos a los soldados del Ejército rojo caídos en los combates para liberar Europa.
✔️Es algo que está ocurriendo en países como los del Báltico, donde los colaboracionistas de los nazis son considerados héroes: nadie prohíbe sus marchas ni símbolos, sino que cuentan con el total apoyo del Estado. Mientras tanto, un hombre que se atrevió recientemente a depositar flores en el lugar de un monumento a soldados soviéticos destruido en Letonia fue detenido por sus autoridades y podría enfrentar hasta cinco años de prisión.
✔️Lo mismo pasa en Ucrania. De cara al 9 de mayo, Kiev, en el marco de su vector proocidental, ordenó convertir en chatarra las figuras de los héroes soviéticos instaladas hace 40 años en la ciudad de Rovno.
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