Nuestro presidente, el Dr. Alberto Fernández, en la jornada de hoy ha tenido una declaración poco feliz, que lamentablemente recorre el mundo. No se trata de hacer leña del árbol caído, ni mucho menos queremos sumarnos a las críticas que tan solo quieren desgastar la imagen presidencial. Sabemos que los que hoy critican al presidente por su desdichada afirmación, ayer apoyaban a Israel rechazando el voto de nuestro país en la ONU. Seamos claros: los que defienden una limpieza étnica en Palestina ¿ahora quieren defender a los pueblos originarios?
En realidad, vamos a aprovechar la ocasión para discutir la posición del presidente, que incluso mantiene en su inmediato, y de nuestra parte aceptado, pedido de disculpas. Sucede que con él, hay muchos argentinos que piensan igual. Y para nosotros, es importante destacar que nuestro presidente no es un hombre que no sabe hablar, o que apenas puede decir o leer un discurso; Alberto Fernández es un hombre formado por la educación pública, es actualmente profesor universitario, y tiene varios libros publicados. Discutir brevemente con él, es discutir con cierta historia oficial que venimos repitiendo.
En lo dicho por el presidente, encontramos cuatro problemas. El primero, harto mencionado, lo incorrecto de la cita. El segundo, la falsa apreciación sobre México y Brasil, que además tiene en nuestras tierras cierto aroma racista y/o supremacista (que bajo ningún aspecto vemos en el presidente) debido a lo que entendemos como el tercer problema: que se formule que únicamente los argentinos descendemos de los barcos. Decir que esos barcos eran exclusivamente europeos, es el cuarto problema.
Sobre el primer problema, ya se sabe. Sobre el segundo, nuestras disculpas a todos los hijos de Nuestra América. La Argentina tiene en su sangre y su tierra el mismo origen y las mismas aspiraciones que el resto del continente. El tercer y cuarto problema tienen que ver con la mirada “europeísta” de nuestro jefe de Estado, que es, guste o no, acompañada por una importante cantidad de argentinos.
Que Alberto Fernández se considere “europeísta” es un gran error. No por negar la influencia de Europa en nuestro continente (no necesariamente siempre positiva, pero ese es otro debate), ni mucho menos por no reconocer la influencia de los inmigrantes europeos, que tanto bien han hecho a nuestro suelo patrio. De lo que se trata es de tener una mirada desde nuestro continente, buscando coordenadas en común, trabajando horizontes de sentido que, de una vez por todas, nos hagan entender que somos otra cosa que una imitación de Europa.
Aquí para nosotros está el grave error del presidente, que justamente no va a ser criticado, sino más bien ocultado: porque muchos quieren una Argentina europea, “civilizada”, mirando al Atlántico y descuidando su interior (y desde ahí al resto del continente). A muchos les gusta creerse “abiertos al primer mundo”, con la “confianza” de las principales potencias y mercados financieros. Les encanta ser “occidentales”.
Pero también, y más desde este espacio, no se nos puede escapar que además de no mencionar la importancia de los pueblos originarios en nuestra nación y el bendito carácter mestizo de nuestro pueblo, al presidente se le olvidó mencionar la llegada de “otros” barcos. Argentina tiene una presencia muy importante de hijos de inmigrantes árabes, particularmente de sirios y libaneses, o como se suele decir: sirios-libaneses. Todos tenemos algún “turco/a” conocido/a. Y siempre recordamos, que luego de los españoles y los italianos, son los descendientes de árabes los que siguen en cantidad de descendientes.
La Argentina es mucho más que los barcos, y más que los barcos europeos. Nosotros celebramos el carácter mestizo de nuestro pueblo, y la convivencia que se da en base al respeto y el dialogo. Y hace tiempo ya que no queremos ser “europeístas”, y sí argentinos que con San Martín y Bolívar, quieren ser del lado “indo-afro-latino-americano” de la vida.
Kamel Gómez El Cheij
P.D: Hoy es el día de la “Resistencia Peronista”. Dejamos abajo una foto de nuestra paisanada, reunida un…17 de octubre de 1949.
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